Sidra Foncueva puede presumir de su larga trayectoria, contando con una tradición centenaria, ya que sus comienzos se remontan a finales del siglo XIX  de la mano de Guadalupe Vigón, origen de un  grupo familiar dedicado a la elaboración de sidra, que continúan las generaciones siguientes. Con el paso de los años, los sucesivos responsables del llagar irán ampliando y modernizando sus instalaciones, pero manteniendo el sistema tradicional de elaboración, que incluye el uso de toneles de castaño junto a depósitos de acero inoxidable con control de la temperatura de fermentación. Algo que caracteriza a esta bodega son sus pequeñas dimensiones, lo que en Sidra Foncueva es sinónimo de calidad y cuidado en la elaboración. En 1997, incorporó a la elaboración de la sidra manzanas autóctonas de sus propios pumares. Con estas peculiaridades siguen haciendo gala de su producto, siempre tratando y mimando la sidra de la mejor forma que ellos saben, y siempre con el objetivo de que el producto llegue a los consumidores con la máxima calidad.

Con una ajustada producción de unos 500.000 litros, Sidra Foncueva puede permitirse tratar con mimo exquisito la sidra que elaboran, prestando una atención minuciosa a todo el proceso: selección manual de la manzana 100% asturiana, fermentación controlada en depósitos de acero inoxidable, para más tarde reposar en toneles de madera de castaño hasta alcanzar el punto óptimo de maduración para el embotellado.

Todo ello le ha permitido ganar ocho años (2012-2011 consecutivos) el Primer Premio a la Mejor Sidra Natural de Asturias, en el Certamen de Nava, y en el Festival de la manzana de Villaviciosa.